Tengo 43 años y vivo en Madrid con mi pareja y mi hijo en una casa que huele a palo santo. Cuando terminé la Selectividad, tenía dos opciones: Industriales o Informática. Ambas carreras me parecían apasionantes. Pero el tema de los ordenadores me sonaba más novedoso – tened en cuenta que estudié en el siglo XX (^o^) – y con más proyección profesional, como el tiempo ha demostrado.

Durante la carrera, trabajé en una tienda de muebles de diseño. Cuando estaba a punto de terminarla, me contrató una empresa de servicios de una entidad financiera, y en año y medio pasé a formar parte de la plantilla de dicha entidad para llevar el análisis de la parte transaccional de la web para clientes. Fue una etapa de mi vida profesional muy emocionante.

Lo que más me gusta de mi trabajo es que siempre estoy aprendiendo, tengo que estar muy atento a los movimientos de Google y sus famosos algoritmos.

Soy un loco del surf, la escalada, el skate, el running… ¡¡¡No puedo parar quieto!!! También me encantan los coches y las motos. De hecho, mi recuerdo de infancia más preciado es cuando aprendí a hacer motocross. Si me tocara la lotería lo tengo clarísimo: me dedicaría a viajar y a conocer playas donde poder coger olas.

Si me quieres hacer muy feliz, invítame a pizza y Coca Cola. Como ves, no soy de gustos caros.